A todo paciente nuevo se le realiza una historia clínica detallada, una exploración física, un electrocardiograma y un ecocardiograma. En función de ello se determinará si es preciso realizar alguna otra prueba cardiológica especial con vistas a llegar a un diagnóstico o a ajustar el tratamiento cardiológico preciso.
Consiste en el registro de un electrocardiograma durante unos segundos de duración (hasta 45 segundos), que se almacena en una grabadora que se lleva siempre consigo, sin cables ni electrodos, como si fuese un teléfono móvil.
En el momento de notar un evento (mareo, palpitaciones, etc) el paciente aplicará dicha grabadora en el pecho y al apretar un botón se iniciará la grabación del registro electrocardiográfico durante 45 segundos. Se puede almacenar hasta 50 pulsaciones. Es una prueba diagnóstica de gran ayuda para el diagnóstico de las alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias) y de determinadas formas de angina de pecho o mareos que se desencadenan por arritmias.
El holter de eventos permite detectar arritmias que ocurren con poca frecuencia y que tienen corta duración, de forma que ni es útil el realizar un holter convencional de 24 horas, ni da tiempo a realizar un electrocardiograma, porque la arritmia desaparece enseguida espontáneamente.