La muerte súbita en deportistas por debajo de 35 años suele ser de origen cardiológico, bien por alteraciones estructurales o por transtornos eléctricos. La mayoría (aunque no todas) muestran alteraciones en el electrocardiograma (ECG) en reposo. Sin embargo, la interpretación del ECG del deportista es complicada, dado que las manifestaciones eléctricas de la adaptación fisiológica al entrenamiento puede hacer dificil su diferenciación de algunas cardiopatías.
Recientemente se ha publicado un nuevo documento de consenso internacional para la interpretación del ECG del deportista.
El documento, fruto del consenso de expertos en cardiología y medicina del deporte reunidos en Seattle, supone un hito, ya que, además de actualizar los criterios de interpretación del ECG, incluye recomendaciones sobre la actuación y la asistencia clínica al deportista con hallazgos anormales.